En realidad, la IA (inteligencia artificial) se viene utilizando desde hace años en el terreno del almacenamiento, y forma parte activa de la gestión de los sistemas. Lo que va a suponer una disrupción histórica es la aplicación de esas técnicas a la forma en que las propias cabinas gestionan los datos que albergan, y como los distribuyen. A buen seguro, cualquier CIO o responsable de gestión y protección de datos sabrá perfectamente a lo que me refiero, y a buen seguro estará pensando «a ver cuándo llega el día en que lo vemos».